Ya me extrañaba. Para nadie es un secreto que nuestros excrementos producen *gas metano* y que éste puede ser combustible. Por eso al ver esta noticia dije «por fin». Un ingeniero de la firma de energía sostenible GeNeco acaba de presentar un automóvil que funciona con heces fecales y otros desperdicios. No se apresuren a hacer pensamientos maliciosos, pues se comprobó que a pesar de usar excrementos para moverse, el auto no despide olores desagradables y puede alcanzar las mismas velocidades que un automóvil convencional.
Hasta pronto.