Un equipo de investigadores de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo, creó un sistema de generación de electricidad a partir de la urea, el mayor componente orgánico de la orina que ya se usa con frecuencia en la química moderna.
La idea es un dispositivo que a base de electroquímica permite la producción de energía y el reabastecimiento de la materia consumida. Incluso se puede convertir la urea que se encuentra en nuestra orina en agua, dióxido de carbono, nitrógeno y finalmente en electricidad.