De todos los aspectos de la vida del ser humano, probablemente el que soporte más conceptualizaciones es el Religioso. Esto es así por el gran nivel de subjetividad y por lo abstracto de sus diversos componentes. Lo Religioso, deriva obviamente de las religiones, y estas dependen de las distintas sociedades que las profesan en incluso también del tiempo en que lo hacen. Ya que como sabemos no solo existimos nosotros, sino también el tiempo y el espacio juegan un papel preponderante en nuestra existencia, por lo que no es solo lo que pensamos, profesamos y decimos, sino también cuando y donde lo pensamos, lo profesamos y lo decimos.
Y es Dios el principal personaje cuando de Religión se habla. Pero, ¿Qué es Dios? Desde tiempos inmemorables, o desde el que el ser humano tuvo la capacidad de pensar, siempre ha tenido la necesidad de un ser supremo que de sentido a todas las cosas que a simple vista no lo tienen. Y esta necesidad conlleva varios estereotipos que van a depender del momento y lugar, además claro del tipo de sociedad que se trate. En otras palabras, cada tipo de sociedad tiene un Dios diferente; lo vemos en el mundo Cristiano, en el Islámico, lo vemos en el Budismo sólo por mencionar algunos. Y no es de sorprender que los lineamientos o las principales directrices en estos sistemas sean muy similares, ya que después de todo aunque seamos diferentes seguimos siendo seres humanos con muchas cosas en común.
Recientemente a medida que avanza la tecnología, vemos muchos sistemas religiosos tambalearse debido a que gran cantidad de conocimiento está llegando a niveles nunca antes vistos. Un conocimiento que deja al descubierto fallas en las religiones, cosas inconclusas y cosas que ellas no han podido explicar. Y para contrarrestar este fenómeno es muy poco lo que estos sistemas religiosos están haciendo. Y no lo están haciendo porque gran parte del núcleo operacional de estos sistemas religiosos consistía en lo “constante” en lo que no se podía o no se debía “cambiar”, en otras palabras, todos estos sistemas están basados en doctrinas que no se permiten la evolución, doctrinas rígidas. ¿Por qué? Porque probablemente el primer enemigo de estos sistemas fue la división. Un alto porcentaje de los sistemas religiosos que vemos hoy día se derivan de otro que existió primero. Es decir, que hablar de Religión es hablar de algo rígido, algo que no admite cambios, críticas ni mucho menos modificaciones.
Entonces, ¿Qué ha pasado? Ocurre que la gran cantidad de conocimiento que está desbordando las mentes contemporáneas ha destronado a la figura de un Dios como un Señor sentado en un trono arriba en el cielo, y la teoría que mantiene a esta figura en su lugar está prácticamente de manos atadas.
Las tendencias actuales, en efecto pueden sugerir que Dios puede ser casi cualquier cosa:
- La Naturaleza misma.
- La Inteligencia detrás de las reglas que gobiernan el universo o incluso las reglas mismas.
- Un ser extra-terrestre.
- El universo mismo.
- Una psiquis mundial.
- Un tipo de energía.
En fin, la tecnología, la ciencia y las tendencias actuales obligan a replantearnos las ideas religiosas, el problema para las religiones tradicionales es que están mudas, no hacen este replanteamiento. Se quedan estáticas de brazos cruzados esperando que la fe de los individuos le de la razón ciegamente. Y de hecho estos “ciegos” cada vez serán menos.
Hasta pronto.
check it out bro