El futuro de la computación está en la nube. Ojo con la ¡Privacidad!

«El futuro de la computación está en la nube.»

Así dice Steve Ballmer presidente ejecutivo de Microsoft en una conferencia en la London School of Economics en el corazón de la capital británica.

Y claro que no se refería a que el futuro de la computación esta incierto o está en el “aire”, no. Al decir que se encuentra en la nube, se refiere  a que cada vez la tendencia a que las informaciones estén alojadas simplemente en el internet, es decir en el ciberespacio, no en un disco duro, ni en una laptop ni nada por el estilo.

De manera que “la nube” es el mundo al que accedemos cada vez que revisamos nuestro correo electrónico, cuando actualizamos nuestro estado en una red social, cuando compramos, vendemos por internet, en fin, cada vez que nos sentamos frente a una pc, o cuando usamos nuestros celulares inteligentes estamos dentro de la “nube”.

La principal preocupación de esta tendencia es la violación a la privacidad. Existen empresas publicitarias que están en la mira, por alentar a las redes sociales a facilitarles información de sus usuarios sin el consentimiento de estos. En este tema, lo primordial será la moderación que cada uno de nosotros interponga al momento de usar la red. Tenemos que ser consientes del peligro a que nos exponemos a cada minuto. Por ejemplo, en las redes sociales, muchos agregan a personas sin conocerlas simplemente para aumentar la cantidad de sus contactos, pero muchas de estas personas se dedican a estudiar nuestros hábitos para luego tratar de engañarnos de alguna manera. Incluso investigan informaciones nuestras, la modifican y luego la esparcen por la red.

Algo verdaderamente preocupante en esto es que hay personas que parecen ser “adictos” a compartir informaciones que no debieran compartir. Utilizan las redes sociales para hacerle saber a todo el mundo absolutamente todo lo que hacen; los sitios que visitan (personalmente), las páginas que miran, las cosas que aprenden, lo que estudian, lo que les gusta, lo que no les gusta, sus amigos, los que no son sus amigos, en fin. Comparten toda su vida en una red social y como si fuera poco, aceptan a todo el mundo como sus contactos, para que mayor número de gente tenga acceso a sus informaciones. Tremendo peligro.