Fue en New York donde surgió la idea de materializar un documento que otorgara crédito a su propietario. Ocurrió en un restaurante de la capital, muy cercano al Empire State Building, al que el famoso empresario y director de la Corporación de Crédito «Hamilton», Frank Mc Namara, fue a cenar junto con otras dos personas, entre ellas su abogado, Ralph Sneider. Durante la comida los tres hombres de negocios debatieron acerca de los problemas de liquidez que afrontaban algunos de sus clientes. El caprichoso destino hizo que, precisamente cuando llegó el momento del pago, McNamara tuviera que llamar a su esposa para que le trajera dinero en efectivo, ya que había olvidado la cartera.
Tras el apuro, el empresario juró no volver a pasar por una situación tan vergonzosa como esa, que sin embargo le sirvió para crear poco despues una nueva empresa bautizada con el inspirador nombre de «Dinners Club». Esta nueva entidad actuaría como intermediaria entre clientes y bancos, facilitando una tarjeta que ofreciera crédito en diversos establecimientos -para los primeros-, y ajustando cuentas después -con los segundos-.
Hasta pronto.
no desconozcamos que siempre podremos aprender de las tarjetas de credito, pero cuando estamos prestos a escuchar las mejores recomendaciones sobre ellas y su devenir