Somos Hijos de las Estrellas, hijos de la Luz.

¿Sabías que todo lo que existe está compuesto de los mismos elementos? Los muebles, la computadora, el celular, el teclado, el escritorio, las ventanas, la ropa, el auto, los papeles, la taza de café, el agua, las gaseosas, los alimentos, las plantas, los animales, el aire, nuestro planeta, el sol, en fin, hasta nosotros mismos, todo está compuesto de la misma cosa: átomos. El átomo es la pieza fundamental para formarlo todo, ya sea de carbono, oxigeno, hidrógeno, hierro etc.

Pero, ¿de dónde vienen estos elementos? La respuesta es brillante: De las Estrellas.

Si, las estrellas actúan como grandes fábricas de elementos. En su núcleo que constantemente se mantiene transformando materia en energía y viceversa es que se forman estos elementos como producto de esas constantes transformaciones. Estos elementos se forman en el núcleo de las estrellas pero no es sino hasta su muerte cuando la estrella libera esos elementos al espacio.

¿Cuándo muere una estrella? Bien, como su núcleo está constantemente produciendo elementos, llega el momento del hierro. Cuando la estrella comienza a producir hierro esta sellando su sentencia de muerte, pues el hierro no tiene la capacidad de regenerarse como los otros elementos y entonces empieza  a acumularse y el proceso digamos que se *estanca*. La estrella comienza a aumentar de diámetro drásticamente hasta que literalmente explota convirtiéndose en una supernova.

En esta violenta explosión se liberan los elementos formados al espacio, de los cuales se forman meteoritos, cometas, asteroides, planetas y hasta otras estrellas. De ahí viene todo el hierro que tenemos hoy, el oro, la plata, y un largo etc. Elementos esenciales para la vida como el carbono, provienen también de este fenómeno, por lo que sin duda alguna, podemos decir que somos “polvo de estrellas”, somos hijos de las estrellas, somos en esencia “Hijos de la Luz”.

Hasta pronto.